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Del CCH Sur a China

Lo que inició como un mero pasatiempo, para Ricardo Manrique Arias, estudiante de bachillerato de la UNAM, se ha convertido en la puerta a un futuro diferente.

Junto con otros jóvenes, Ricardo representará a la máxima casa de estudios en la RoboCup 2015 a realizarse del 17 al 23 de julio en Hefei, China, y donde estudiantes de diversos países pondrán a prueba sus habilidades en robótica.

“Se trata de una plataforma virtual donde debes programar a un robot para que recolecte objetos y esos los deposite. Además tiene que superar obstáculos, como trampas, paredes o evitar que se salga de la misma arena”.

Ricardo, asegura que llegar a hasta esa competencia no fue sencillo debido a que en el camino se tuvo que enfrentar a diversos retos.

“Tuvimos que aprender por nuestra cuenta porque no había guías ni nada para programar en la plataforma. Era de prueba y error”

Gracias a su talento, estos estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur, han tenido la oportunidad de participar en competencias en el extranjero, tal y como ocurrió en 2014 cuando viajaron a Brasil. Experiencia, que Ricardo asegura, le ayudará a él y a su equipo ahora en China.

Para la RoboCup de este año, únicamente podrían ir quienes obtuvieran el primer lugar de la competencia local. Por ello, el equipo del CCH Sur y de la Facultad de Ingeniería, quienes disputaron ese boleto, decidieron hacer un trato.

“Con mis compañeros acordamos que sí ganábamos, los invitaríamos a formar parte del equipo. Sí ganaban ellos, que nos invitaran. Así no perderíamos el pase y como éramos los finalistas, éramos los mejores”.

De esta forma, y en una muestra de compañerismo, es que el representativo de la UNAM que viajará al continente asiático, estará conformado por ambas escuela.

“Hemos estado trabajando. También hemos estado buscando apoyos. A algunos se los han dado por la facultad. Yo también he tenido que buscar”.

María Luisa Arias Hernández, madre de Ricardo, explica que uno de los apoyos que su hijo necesitaba para realizar el viaje era adquirir sus boletos de avión, los cuales serán pagados a través Fundación UNAM.

“Anduvimos tocando muchísimas puertas. Fuimos a diferentes instituciones. Finalmente contactamos a la Fundación UNAM y nos dijeron que sería posible. Estamos realmente agradecidos porque si no hubiera sido así, no sería posible esto”.

Ricardo asegura que cuando se interesó en la robótica no imaginó hasta donde podría llegar. Ahora, esta actividad ha motivado sus planes a futuro.

“Me ha servido para saber a qué quiero dedicarme. Quiero ser ingeniero. Antes estaba decidiendo  entre medicina o algo así. Pero ya vi que la robótica es lo que más me atrae. Antes me interesaba la tecnología pero cuando conocí la robótica me pareció divertido”.

Contigo “hacemos posible lo imposible”, Asóciate a Fundación UNAM.

Fuente: Fundación UNAM

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