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El trasfondo antropológico del chisme

El chisme, es un mensaje que rompe las reglas de la comunidad al transmitir información de un individuo que para la sociedad es prohibida, amoral

  • El chisme ha existido desde que el ser humano vive en sociedad como ser animal político.
  • El chisme, es un mensaje que rompe las reglas de la comunidad al transmitir información de un individuo que para la sociedad es prohibida, amoral

El chisme puede definirse como una noticia cierta o falsa que se “corre” de persona a persona, una de las intenciones es difamar o dañar a alguien, apunta la doctora María Angélica Galicia, del Instituto de Investigaciones Antropológicas.

Desde la antropología, el chisme puede tener dos enfoques: el funcionalista, que, según varios autores, se trata de una transacción para lograr un beneficio: “para motivar la inclinación política o ideológica de la gente”, o el enfoque simbólico interaccionista.

Lanzar un chisme sobre alguien “normalmente es la base de un conflicto que va a impactar en la moralidad”, pero sirve además como ejemplo social de lo que está o no está permitido moralmente, dice la antropóloga universitaria.

De una mujer con varias parejas, por ejemplo, en una sociedad donde al hombre sí le es permitido tenerlas, se dice que “todo mundo anda con ella”, cubriéndola incluso de adjetivos amorales, usando el hecho como “ejemplo de moral para el resto de las mujeres de esa sociedad”.

El chisme, subraya la maestra en historia y etnohistoria, es un mensaje que rompe las reglas de la comunidad al transmitir información de un individuo que para la sociedad es prohibida, amoral. Todo lo prohibido es atractivo para la gente y, si se tiene la intención de difamar, es un buen chisme que garantiza público.

En la parte sensacionalista, el chisme llega a unir a una comunidad y a la vez logra su transformación ideológica.

Un chisme no es chisme si no impacta en un grupo específico, si no tiene público.

Un chisme tiene parte de certeza y parte de mentira. Quien genera el chisme, el “chismoso”, determina “la parte que va a pesar más, la que se debe difundir”. Normalmente escoge la falsa, la inventada; pero cuando “se trata de una verdad amoral”, ésta se potencia, para causar sensacionalismo.

Galicia explica que hay dos tipos de chismosos:

  1. El chismoso per se”, que inventa cosas por envidia y para difamar a alguien que considera su enemigo, y
  2. El chismoso que ejerce “la carrera del chisme”, una persona con formación para inventar y potenciar chismes que tengan un impacto social.

Uno tiene características psicológicas específicas: es alguien solo o que se siente solo y sin demasiada ocupación. El otro fue formado para tener facilidad al crear un chisme.

Fuente: UNAM GLOBAL

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