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Programa de Donación de Cuerpos en la UNAM

Facultad de Medicina cuenta desde 2016 con el Programa de Donación de Cuerpos que hoy en día tiene ya tres mil 800 personas integrándolo en pro de la ciencia

La Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Facultad de Medicina (FM) cuenta desde 2016 con el Programa de Donación de Cuerpos (PDC) que hoy en día, tiene ya tres mil 800 personas integrándolo en pro de la ciencia.

Diego Pineda Martínez, responsable de la iniciativa dijo que lo más ético es que la gente manifieste en vida su voluntad de entregar sus restos a la ciencia, ya que ello, amén de evitar malentendidos y desencuentros familiares, garantiza el avance del conocimiento: “Siempre lo he creído: es mejor ensayar en un cadáver que con los pacientes”.

Antes, los cuerpos diseccionados en la FM provenían de las morgues y casi siempre se trataba de individuos no identificados o no reclamados por su parentela, los cuales eran prestados por un lapso no mayor a un año con siete días: luego debían ser devueltos. “Esto nos limitaba mucho; con frecuencia hallábamos algo en nuestras investigaciones y de pronto debíamos parar para no exceder los muy estrictos tiempos legales”.

Además –añade Pineda– con la entrada en vigor de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada, el 17 de noviembre de 2017, este tipo de cadáveres dejaron de ser entregados a las universidades, pues como se señala en su sección cuarta, artículo 128:

Los restos cuya identidad se desconozca o no hayan sido reclamados no pueden ser incinerados, destruidos o desintegrados ni disponerse de sus pertenencias.

De no haber contado con el Programa de Donación de Cuerpos las actividades docentes de la FM se hubiesen visto muy afectadas a partir de 2018 y hubiésemos tenido que recurrir a maniquíes o a simuladores para instruir a los alumnos, lo cual no es lo mismo. Nada puede sustituir a lo real.

El logotipo del PDC de la UNAM es un árbol con follaje verde y azul, cuyo tronco está formado por una figura mitad masculina, mitad femenina con brazos y piernas extendidos que, además de fungir como ramas y raíces, emulan al muy renacentista Hombre de Vitruvio..

Aunque al principio se creía que los inscritos en el PDC serían universitarios jóvenes, la realidad se mostró muy diferente. Si se revisan los registros la mayoría de los donantes sobrepasan los 50 años y que, entre ellos hay de todo: gente con más de un posgrado, licenciados, pasantes e incluso personas sin formación profesional.

La idea original en el PDC era crear un memorial, el cual consistiría en plantar un árbol por cada occiso recibido (de ahí su logotipo), idea que no se ha podido concretar por la pandemia y por la imposibilidad de conseguir un terreno lo suficientemente amplio como para albergar una pequeña foresta con la esperanza de que algún día se transforme en bosque.

Para saber más sobre el PDC visita aquí 

Fuente: Gaceta UNAM.

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