Universitaria colabora en secuenciación del genoma de un poblador precolombino

María del Carmen Ávila Arcos, académica del Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano de la UNAM, es una de la integrantes del equipo de científicos que lograron secuenciar el genoma de un individuo perteneciente al gripo étnico taíno lucayos, el cual se cree, fue uno de los primero pobladores del Caribe.
El hallazgo, publicado en el artículo Origins and genetic legacies of the Caribbean Taino, de la revista PNAS, no sólo sirvió para determinar qué grupos indígenas actuales tienen afinidad genética con esa población ancestral, también arrojo información que ayudará a establecer cómo fue el proceso de poblamiento de esa región del continente americano.
“Empecé a trabajar en el proyecto cuando estudiaba el doctorado en la Universidad de Copenhague, y el interés era caracterizar los patrones genéticos de poblaciones nativas del Caribe”, destacó Ávila Arcos.
De acuerdo con la universitaria, antes de la llegada de los españoles, en esa área había poblaciones nativas, los taínos entre ellos, pero una vez ocurrida la colonización hubo un remplazo casi total. Los colonizadores trajeron individuos esclavizados y agentes patógenos que causaron epidemias, que junto al exterminio, terminaron con la población originaria.
Tras encontrar material genético, los expertos pudieron analizar el ADN, lo que les ayudó a descubrir que los taínos lucayos tienen mayor afinidad genética con poblaciones actuales del norte de Sudamérica, que hablan la lengua Aragua, lo que sugiere que se originaron en esa zona y después poblaron el Caribe.
De esta manera, se apoya la teoría de que el poblamiento del Caribe se dio del norte de Sudamérica hacia las islas, y no del Centro o Norteamérica.
María del Carmen Ávila Arcos destacó que se unió al proyecto en 2014, debido a su interés en poblaciones antiguas de México.
“En realidad fue a partir de mi experiencia en el doctorado y el posdoctorado que me interesé más en hacer uso del ADN como un tipo de registro histórico. Es como un libro de historia que está en todos nosotros”.
Fuente: Dirección General de Comunicación Social, UNAM