Aplican técnica para eficientar el agua en la agricultura

La agricultura en México enfrenta rezagos que merman su potencial y afectan directamente al ambiente y productor, causas que obligan a los involucrados a razonar sobre cómo actuar de cara al futuro.
Una respuesta se centra en la sostenibilidad de los recursos naturales y, en este contexto, la recién implementada línea de investigación del doctor Homero Alonso Sánchez, académico de la FES Cuautitlán, capacita a los estudiantes con la técnica y tecnología de la ingeniería del riego para incrementar el uso racional del agua en la irrigación agrícola.
En México se emplean dos métodos de riego, los presurizados, que utilizan equipos de bombeo y tuberías para conducir el agua hasta la zona de raíces de los cultivos, y el riego por gravedad, que utiliza canales y la distribuye en la parcela a través de la superficie libre.
Sin embargo este último procedimiento, empleado en más el 90 % de la superficie agrícola, tiende al uso desmedido del recurso y a mostrar un bajo índice de aprovechamiento a causa de pérdidas por evaporación, fugas, percolación, entre otros.
De acuerdo con el Atlas del Agua de México del 2017 de la Conagua, hay aproximadamente 6. 5 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura de riego, que comprenden los Distritos y Unidades de Riego. En esta superficie se consume aproximadamente el 77 % del total del agua dulce que es utilizada anualmente por los diferentes sectores.
Este panorama ha propiciado la búsqueda de alternativas que contrarresten dicha problemática, como aquélla que lanzó el Gobierno Federal en 2014, el RIGRAT (Riego por Gravedad Tecnificado), un programa que fue puesto en marcha para tecnificar y mejorar el aprovechamiento del agua en varios estados del país mediante asesoría y equipamiento.
La iniciativa del doctor Alonso Sánchez se basa en la aplicación de los procedimientos sistemáticos para la tecnificación del riego por gravedad, una tecnología viable con resultados alcanzables a corto plazo.
Para ello se realizan evaluaciones y el diseño del riego que permiten mejorar el aprovechamiento del recurso hídrico con base en tres principales indicadores: eficiencia de aplicación del riego, de aplicación del requerimiento y uniformidad del proceso. Un parámetro fundamental para mejorar las estimaciones y la programación es el coeficiente de cultivo (Kc), que estima el consumo de agua de una planta en un lugar específico en sus etapas fenológicas.
Se espera que la técnica se extienda a todas las parcelas de producción de la Facultad como parte de la actividad docente e investigación y que de la mano de los ingenieros agrícolas sea llevada a cada rincón del país, logrando con ello un impacto directo en la sociedad.
Fuente: UNAM Global