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Investigadora universitaria propone generar un equilibrio entre la urbanización y las áreas verdes protegidas.

La doctora e investigadora Gabriela de la Mora, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Autónoma de México (UNAM), realizó un estudio de áreas naturales protegidas, en donde recuperó propuestas que permitan integrar los paisajes urbanos y naturales

La doctora e investigadora Gabriela de la Mora, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Autónoma de México (UNAM), realizó un estudio de áreas naturales protegidas, en donde recuperó propuestas que permitan integrar los paisajes urbanos y naturales.

Su proyecto se ha enfocado en estudiar las áreas naturales protegidas en dos ciudades del país: Monterrey y Guadalajara; en donde hizo un análisis regional de los cambios de uso de suelo. Además, propuso la creación de corredores biológicos, así como generar cinturones verdes.

Parte de su trabajo consiste en estudiar aspectos de gobernanza ambiental en estos sitios, generar propuestas de políticas públicas enfocadas a promover el manejo y administración adecuada de los recursos naturales por parte de los tomadores de decisiones y de la sociedad en general.

Son espacios muy importantes de interacción social y de integración política, que juegan un papel fundamental para la conservación de diversos servicios ecosistémicos, de soporte, aprovisionamiento y regulación, y también culturales, añade.

La doctora quiere generar estos lugares con el fin de ayudar a mitigar su impacto, así como mantener los diversos servicios ecosistémicos, comentó durante la conferencia virtual Bosques urbanos y biodiversidad en la ciudad: gobernanza y participación ciudadana, organizada por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM.

Comenta que algunos de los principales problemas derivados de que las Áreas Naturales Protegidas (ANP), que estén insertas en un contexto urbano son la aparición de asentamientos irregulares, incendios, fragmentación del hábitat, aumento de especies invasoras, riesgo de inundaciones, deslizamientos y la modificación total o parcial de estructuras boscosas.

Las propuestas desde la sociedad civil, las organizaciones ambientalistas y la comunidad académica tienen que ver con iniciativas para generar cinturones y corredores verdes, que son promovidos por una acción colectiva y no necesariamente como una política pública metropolitana, asegura.

Las áreas naturales protegidas en nuestro país son espacios en los que se busca preservar los ecosistemas silvestres, mantener el agua y las especies vegetales para consumo humano, así como otros servicios que nos proporciona la naturaleza: una estrategia que nos puede ayudar a hacer frente al cambio climático que estamos viviendo.

El crecimiento exponencial de las metrópolis ha generado que algunos de estos espacios silvestres ya se encuentren dentro de las ciudades o que sean ocupados por asentamientos irregulares; es decir, están en riesgo por la expansión urbana.

Las propuestas más importantes están enfocadas a establecer una política de planificación a escala local y subregional, y limitar responsablemente el crecimiento de las ciudades.

Fuente: UNAMirada a la Ciencia, (DGDC)

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