Enfermedad renal crónica, un padecimiento silencioso

El sedentarismo, el estrés, la diabetes e hipertensión, son los principales factores que han disparado la frecuencia de enfermedades renales crónicas, advierte Beatriz Hernández Franco, coordinadora del Diplomado de Enfermería Nefrológica en la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia.
En entrevista con Fundación UNAM, la experta en temas de la salud menciona que muchas veces quienes padecen esta enfermedad no presentan síntomas sino hasta que ya está muy avanzada la enfermedad, por ello, es considerada silenciosa.
“Las primeras causas que provocan daños en el riñón es la obesidad y la hipertensión. La enfermedad renal crónica es silenciosa porque no te duele nada, no se siente sino hasta dentro de 15 ó 20 años la persona tiene síntomas como náuseas, vómito, cansancio, anemia, falta de apetito, presión alta, mucha orina y después ésta se pierde”.
Para prevenir este padecimiento crónico degenerativo expuso, se debe tener una alimentación baja en azúcares saturados y carbohidratos, no fumar ni beber en exceso, además se debe tener actividad física, y realizarse un pequeño estudio general de orina, a fin de determinar si existen indicios de comenzar a desarrollar la enfermedad.
Reconoce que en México no existen datos precisos que dimensionen el verdadero problema de salud que representan las enfermedades renales, pues dice, existen muchas personas que no saben que la padecen. Aunque, aclara, anualmente, en los hospitales del IMSS la incidencia de casos aumenta en promedio 11 por ciento.
“Esta enfermedad en los últimos 20 años ha crecido de manera alarmante. Antes los nefrólogos casi no tenían trabajo porque nada más había infecciones o malformaciones. Pero ahora, en estos últimos tiempos la dimensión no es la misma”.
Finalmente, Beatriz Hernández comenta que el sistema nacional de salud a largo plazo ya no pagará el tratamiento a las personas que padezcan enfermedades renales crónicas, cuyo costo de las hemodiálisis oscila en más de100 mil pesos anuales, por ello, es indispensable prevenirlos con una dieta balanceada, controlando la glicemia y así evitar la insuficiencia renal y sus consecuencias.
Autor: Fundación UNAM