Escasez de agua afecta a millón y medio de capitalinos

Académicos de la UNAM y otras instituciones educativas abordaron las principales preocupaciones en materia de agua, así como las posibles respuestas a la escasez.
Por lo menos un millón 443 mil habitantes de la Ciudad de México no tienen acceso regular al agua, dijo en la UNAM Pedro Moctezuma Barragán, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Agregó que en materia de agua vivimos en un paradigma insustentable; lo que hace urgente recuperar los ciclos de este recurso dentro de la Cuenca del Valle de México con estrategias claras como la gestión de servicios hídricos ambientales y el acceso equitativo.
En la sesión “Hacia un manejo sostenible del agua. Diagnóstico y propuestas de política pública desde la UNAM”, tópico que forma parte de la Agenda Ambiental 2018. Diagnóstico y Propuestas, coordinado por el Seminario Universitario sobre Medio Ambiente e Instituciones (SUSMAI) de esta casa de estudios, tiene el objetivo de que se asuman los problemas ambientales como prioridades nacionales.
Está dirigido a la sociedad en general; a los aspirantes a la Presidencia de la República; a los candidatos a las 13 gubernaturas que se renovarán, incluida la jefatura de Gobierno de la CdMx, así como a tomadores de decisiones locales y federales.
José Antonio Hernández Espriú, especialista en hidrogeología ambiental de la Facultad de Ingeniería (FI), dijo que uno de los aspectos primordiales para construir una estrategia integral es la disponibilidad informativa, es decir, abrir los datos sobre los mantos freáticos, relacionados con la calidad química del líquido.
Mientras, Elena Burns, coordinadora de Planeación del Centro para la Sustentabilidad CENTLI de la UAM, indicó que México se halla en el punto de cambio de paradigma en el abordaje del agua, por lo que se requiere convertir cada iniciativa en voluntad política.
Ana Cecilia Espinosa García, del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad del Instituto de Ecología de la UNAM, explicó que el consumo de agua embotellada a nivel global se ha disparado, pero “no es limpia como se dice; la mejor para beber es la que está vigilada y sometida a normas”.
Óscar Monroy, académico de la UAM Iztapalapa, manifestó que hay que terminar con la mentalidad extractivista e implementar una política descentralizada de tratamiento de aguas para reúso, es decir, tratarla en el lugar que se genera, así sea “agua gris, café o amarilla”.
Fuente: DGCS de la UNAM