Motivan en niñas de zonas rurales la vocación por la ciencia
Margarita Martínez Gómez, investigadora del IIBO y titular del proyecto de divulgación, explica que la idea surgió luego del trabajo realizado en la Unidad de Atención Integral a la Mujer, y la atención diferente que requieren las adultas y niñas. Pidieron el apoyo de la Academia Mexicana de Ciencias para crear un área específica para las pequeñas.

Margarita Martínez Gómez, investigadora del IIBO y titular del proyecto de divulgación, explica que la idea surgió luego del trabajo realizado en la Unidad de Atención Integral a la Mujer, y la atención diferente que requieren las adultas y niñas. Pidieron el apoyo de la Academia Mexicana de Ciencias para crear un área específica para las pequeñas.
La experta comentó:
Nos ha pasado que algunas niñas de una comunidad no se quieren separar de nuestras mesas de exhibición, e inclusive vuelven a hacer fila para repetir la actividad tres o más veces.
En ocasión del Día Internacional de la Niña, la especialista de la Unidad Foránea Tlaxcala de la Universidad Nacional comenta que el objetivo es buscar “la promoción de las habilidades y vocaciones científicas en diferentes regiones, además de las grandes ciudades”.
Afirma que el propósito es que tengan oportunidad de comunicarse con otras niñas y otros adultos de diferentes edades, que no tengan miedo a la interacción, que aprecien las cualidades que ellas pueden ir desarrollando, y que pueden ir mejorando con educación o con la interacción en los talleres que se ofrecen, detalla la experta en fisiología reproductiva femenina.
En su sitio de internet, la ONU informa que hasta 10 millones de pequeñas corren el riesgo de contraer matrimonio infantil; casi la mitad de las escuelas primarias en los países menos adelantados carecen de sanitarios para un solo sexo; 72 por ciento de las víctimas detectadas de explotación sexual son niñas y adolescentes; además, en el mundo una de cada cuatro de 15 a 19 años de edad no recibe educación, empleo o capacitación, en comparación con uno de cada diez niños.
En México, según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2019, de los 28.5 millones de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años quienes residían en el país, 2.2 millones trabajaron; de ellos, dos millones lo hicieron en ocupaciones no permitidas y 28.8 fueron mujeres. Entre las labores realizadas destacaron: apoyo en la agricultura, vendedores ambulantes, trabajos domésticos o servicios de limpieza.
Motivar un estilo de vida diferente
Martínez Gómez expone que ofrecen actividades ecológicas o de naturalismo, talleres como Mate-magia; Eco-niñas; De tripas corazón; CreArte; Hablando preciso, macizo y conciso; o bien, Quimicando Ando. Además, los viernes de Comité Técnico se ofrecen talleres como Mi primer huerto Urbano; Celebración de la tierra de las niñas y niños; Cuenta cuentos; Diario/Platica sobre obesidad; Cultivos en casa ¿Por qué y para qué?
“Tratamos de dar las charlas nosotras directamente. Les compartimos parte de nuestra vida como científicas, buscando que las niñas y jóvenes consideren en sus perspectivas otra posibilidad de profesión, un estilo de vida diferente o, en algunos casos, más acorde con los talentos que puedan tener. Fortalecerlas, que identifiquen que ellas tienen posibilidades igual que las niñas de otras áreas o zonas más favorecidas y que hay las opciones para seguir en las carreras científicas, o hacerse de estas habilidades que promueve la carrera científica”, abunda.
Martínez Gómez afirma que una opción para que las niñas aspiren a un mejor futuro es motivarlas a que desarrollen sus ideas de manera libre y tengan la capacidad de expresarlas.