Comunicación y afecto: esenciales en los duelos

Con el inicio de la pandemia por COVID-19 muchas muertes llegaron y con ellas los duelos, un tema al que se le daba menos importancia de la necesaria, sobre todo entre los adolescentes y niños, por lo que hoy la psicoterapeuta infantil Verónica Ruiz González, de la Facultad de Psicología (FP), asegura que la facilidad de comunicación y expresión emocional en las familias pueden favorecer este proceso tras una pérdida afectiva.
La académica aseguró que promover los vínculos seguros y afectuosos, así como la comunicación y expresión afectiva entre las familias, puede ayudar a los niños, niñas y adolescentes a enfrentar los duelos de manera saludable, ya que es imposible protegerlos de la muerte de un ser querido, las separaciones, los desastres naturales, o las crisis sanitarias como en la que hoy nos encontramos, y que terminan siendo situaciones que están fuera de nuestro control.
Durante su conferencia virtual “Duelo infantil”, organizada por la FP, la especialista recalcó que es muy importante que las familias sean saludables durante los duelos, es decir, que no oculten sus sentimientos ni emociones, al contrario, que las compartan con todos los integrantes de la familia para que así los menores se sientan en confianza, acompañados y apoyados.
Es necesario acompañar a los menores desde el lugar que se ocupe en su vida cuando se está sufriendo una pérdida, ya sea desde papá, mamá, hermanos, docentes, o cualquier rol que se esté desarrollando en ese momento. De esta forma los infantes podrán vivir su duelo de una manera más sencilla y saludable que permita su equilibrio emocional y psicosocial, explicó.
Los procesos de duelo son complicados, muchos pueden tardar menos que otros e implican conductas disruptivas, sin embargo, hay que poner más atención en los menores, ya que si estos comportamientos se mantienen por más de seis meses es necesario que se considere la búsqueda de ayuda psicológica.
Aunque los duelos normalmente los relacionamos con la muerte, es importante recalcar que éste no es el único motivo. Existen distintos tipos de pérdida para los menores, como la de un juguete, una transición escolar, una mudanza, la separación de sus padres, e incluso su crecimiento cuando pasan de la infancia a la adolescencia.
Para Ruiz González, la población adolescente e infantil deben realizar las tareas pertinentes para el proceso de duelo, entre las que están el reconocimiento de la realidad de la pérdida a nivel emocional y racional, elaborar las emociones relacionadas con el hecho, y crear espacios donde se sientan escuchados, consolados y reconfortados.
Además de comprender la pérdida, es necesario aprender a vivir con la situación; si es una muerte, por ejemplo, hay que recolocar emocionalmente al fallecido y continuar sin olvidarlo para también poder convivir con el recuerdo, pero no desde un sentimiento negativo que pueda terminar en autolesiones, culpa, enojo, o cualquier actitud que requiera atención especializada.
Para concluir, la experta comentó que tanto las pérdidas como la muerte responden a procesos naturales, y en la mayoría de las ocasiones los afectados no necesitan palabras brillantes sino corazones pacientes que puedan escuchar, entender y acompañar.
FUENTE: GACETA UNAM