Es necesario combatir el hambre y dejar de usarla como arma

El Premio Nobel de la Paz 2020, otorgado al Programa Mundial de Alimentos de la ONU, se debió a los esfuerzos para combatir el hambre y prevenir que ésta sea usada como herramienta para la guerra en zonas afectadas por conflictos bélicos, raciales o causados por desastres naturales, aseguró el coordinador del Programa Universitario de Alimentos (Pual), Carlos Labastida Villegas, quien además considera que es necesaria una cooperación internacional para llevar a cabo esta labor.
Dicho galardón y objetivo, además de fortalecer al Programa Mundial de Alimentos, de manera pública y frontal, incluyen a múltiples agencias como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD, por sus siglas en inglés), dando así relevancia al tema, lo cual es necesario para generar un interés mundial en la situación que requiere de ser atendida.
Este Premio Nobel de la Paz se suma a la historia de los premios otorgados a organismos internacionales, que según recuerda el académico han sido 24, sin embargo, es importante que esto no sólo quede en una ceremonia, sino que se mantenga el apoyo necesario y se considere esto una llamada a la solidaridad internacional y la cooperación multilateral, señaló también la presidenta del Comité Nobel noruego, Berit Reiss-Andersen.
Así mismo, Reiss-Andersen recalcó la importancia de poner atención en el uso político de alimentos, recordando que en 1980 el entonces presidente de Estados Unidos, James Carter, impuso chantajes alimentario como arma de presión, mismos que hasta la fecha siguen sucediendo en algunas partes del mundo.
Ejemplos de ello en América Latina es Cuba y Venezuela donde existen actitudes geopolíticas, intervencionistas y un gran aislamiento, y por lo tanto una prohibición del comercio de alimentos y medicamentos, afectando así la alimentación y calidad de vida de sus habitantes.
FUENTE: GACETA UNAM