Publicidad para niños favorecen la hipersexualización de la infancia: UNAM

La publicidad de juguetes, películas, videojuegos, videos musicales o moda dirigida a niños, contribuye a generar una hipersexualización cada vez más precoz en la infancia, en particular en las niñas menores de nueve años, así lo aseguró Gabriela Orozco, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
De acuerdo con la especialista, la hipersexualización exalta la sexualidad de los pequeños al ser presentados como miniadultos, debido a que es un proceso innatural e insano para su desarrollo.
Este es un fenómeno peligroso pues podría afectar la salud mental y psicológica de los menores, además de propiciar a más corta edad ansiedad, depresión, insatisfacción corporal y trastornos alimentarios como anorexia y bulimia.
Además, promueve el erotismo prematuro de las niñas, que constantemente son bombardeadas con modelos de éxito social debido a sus atributos físicos.
Esto las expone a comportamientos sexuales patológicos, pues visten con ropa inadecuada, se maquillan y usan tacones”, resaltó Orozco.
En opinión de la académica, los adultos promueven esta conducta al regalarles muñecas que exaltan un ideal estético femenino o al darles acceso libre a dispositivos electrónicos sin supervisión.
Por otra parte, destacó que un sector importante de la población infantil escucha reguetón, cuyas letras e imágenes en videos tienen alto contenido sexual y de violencia.
Es así que la tendencia sexualizadora provoca que las pequeñas busquen la aceptación de los demás en función de su físico, lo que disminuye sus habilidades cognitivas, las empuja a adoptar un rol pasivo y genera infantes frágiles.
Es necesario dosificar y supervisar la información que les llega sobre música, juguetes, videojuegos, caricaturas y películas, y comprobar que los contenidos a los que acceden sean propios a su edad”, recomendó.
De igual forma, es importante ayudarlos a desarrollar un sentido crítico, y en el caso de las niñas, promover en ellas el poder y la fuerza, y reforzar su autoestima.
Fuente: Dirección General de Comunicación Social, UNAM