UNAM realiza mapa de fracturas de la CDMX

La UNAM realizó un mapa de fracturas de la Ciudad de México, el cual permitirá identificar la vulnerabilidad física del suelo (susceptible a fracturarse) y estimar la fragilidad social en zonas de fracturamiento, pues este problema afecta de diferente manera a la población, dependiendo del nivel socioeconómico.
Este mapa permite conocer en dónde se ubican las principales fracturas que afectan la infraestructura de la Ciudad de México, información altamente valiosa, sobre todo ahora para la planeación de la reconstrucción de la urbe luego del sismo del pasado 19 de septiembre, además fue realizado por expertos del Centro de Geociencias (CGeo) de la UNAM.
Dora Carreón Freyre, investigadora de la entidad universitaria y responsable académica del Centro de Evaluación de Riesgo Geológico (CERG) de la delegación Iztapalapa, recordó que este trabajo inició a finales de 2016, como parte de un proyecto impulsado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y la UNAM.
La universitaria ha trabajado en estos temas en la Ciudad de México desde 2007, cuando una fractura que se abrió repentinamente en la delegación Iztapalapa llevó al establecimiento del CERG.
“Se realizó el mapa de fracturas en esa demarcación entre 2008 y 2012, años en los que se laboró con los delegados en turno para contribuir a disminuir el riesgo asociado para la población mediante una zonificación adecuada y el diseño de distintas medidas de mitigación”.
Esto fue lo que llevó al Cenapred a buscar al equipo de Carreón Freyre, con el objetivo de ampliar la búsqueda y cartografía de dichas fracturas que, se encontró, afectan a 15 de las 16 delegaciones de la CdMx, aunque las que tienen mayor número son Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco.
Al comparar los mapas de fracturas con los sitios dañados por los sismos de 1985 y 2017, se identificó que los edificios colapsados se sitúan en las zonas con más fracturas, especialmente en las delegaciones Benito Juárez y Cuauhtémoc.
En el caso del área de gran afectación al sur de Iztapalapa, limitando con Tláhuac, señaló que se trata de fracturas que ya estaban reportadas y que en el último sismo se manifestaron como desplazamientos verticales del suelo, de casi un metro.
Sobre el origen de estas fracturas en nuestra metrópoli, la investigadora precisó que el principal motivo es el contraste entre los materiales volcánicos y los de relleno del lago.
La extracción del agua es el factor que detona y pone en evidencia las debilidades que ya existían en el suelo.
La universitaria reconoció que el agua es un recurso indispensable, por lo que es fundamental mejorar la gestión del recurso subterráneo en zonas urbanas; además, resaltó, las fracturas no son aleatorias, se pueden cartografiar y predecir hacia dónde se propagarán.
Para este trabajo, además de los recorridos, Carreón Freyre y su equipo buscaron material bibliográfico y los mapas de riesgo en cada una de las delegaciones políticas. Sin embargo, sólo cuatro demarcaciones cuentan con esta herramienta y ninguna está actualizada.
Fuente: DGCS, UNAM