El proceso de autonomía de la UNAM; la aprobación del Estatuto General

En 1945 con la nueva Ley Orgánica la UNAM recuperó su calidad de nacional y consolidó su posición como centro por excelencia donde el país resolvería sus requerimientos de educación universitaria.
El rector Alfonso Caso y el Consejo Constituyente Universitario aprobaron, el 9 de marzo de 1945, el Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México, el cual en sus primeros artículos asegura que es una corporación pública, dotada de plena capacidad jurídica y que tiene por fines impartir educación superior para formar profesionales, investigadores, profesores universitarios y técnicos útiles a la sociedad; organizar y realizar investigaciones principalmente acerca de las condiciones y problemas nacionales, y extender con la mayor amplitud posible los beneficios de la cultura.
El propósito esencial de la Universidad, en su artículo tercero, será estar íntegramente al servicio del país y de la humanidad, de acuerdo con un sentido ético y de servicio social, superando constantemente cualquier interés individual.
El estatuto de 1945 derogó el de 1938 y constó de 11 artículos. Después de su aprobación, el rector Caso presentó su renuncia. Lo sustituyó el abogado Genaro Fernández MacGregor. Durante su rectorado (del 24 de marzo al 28 de febrero de 1946) se fundaron la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia y los institutos de geofísica e investigaciones históricas.
Durante la administración del presidente Ávila Camacho, la UNAM presentó al gobierno federal una propuesta para la Ley sobre Fundación y Construcción de la Ciudad Universitaria, misma que fue aprobada por el Congreso de la Unión el 31 de diciembre de 1945.
Al año siguiente, y ya elegido rector el doctor Salvador Zubirán (del 4 de marzo de 1946 al 23 de abril de 1948) la UNAM gestionó la adquisición de los terrenos elegidos, cuya extensión alcanzaba las 733 hectáreas. El presidente Ávila Camacho expidió el decreto de expropiación de los terrenos destinados a la construcción de la Ciudad Universitaria, el 11 de septiembre de 1946.
En 1948 iniciaron las primeras obras de infraestructura: drenajes, túneles y puentes, pero los trabajos quedaron suspendidos durante varios meses por la salida del rector Zubirán.
Durante la gestión del doctor Zubirán su relación con Ávila Camacho fue óptima, al grado que consiguió pacificar la Universidad y echar a andar el proyecto para la construcción de Ciudad Universitaria.
Después de la renuncia del rector Zubirán continuó el conflicto con algunos estudiantes que no aceptaron la gestión de Ochoa Ravizé como rector interino ni la posterior designación de Luis G. Garrido.
Al tomar posesión, Luis G. Garrido agradeció a la Junta de Gobierno “el inmenso honor que se me ha concedido designándome rector de la UNAM, cargo que he aceptado sólo por la circunstancia de que en la aguda crisis por la que atraviesa nuestra institución, ningún universitario que se precie de serio puede rehusarse a prestar su colaboración, por modesta que sea, para salvar su prestigio.
Con el rector Garrido, los trabajos de la construcción de Ciudad Universitaria se reanudaron en 1949.
Fuente: Gaceta UNAM