Una prioridad erradicar la violencia de género

La UNAM ha estado en un constante esfuerzo para reducir la violencia de género y apoyar a las mujeres en esta situación mejorando sus protocolos de acción, respuesta, metodologías y sensibilidad; un trabajado que se ha intensificado durante esta pandemia y ha dado buenos frutos, considera la directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), Marisa Belausteguigoitia Rius.
Dentro del marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el pasado 25 de noviembre, la académica reconoció que aunque la UNAM comenzó con esta labor en 2004 creando lineamientos y acciones que la han preparado en este tema, ha sido durante el confinamiento cuando más aprendizajes ha tenido respecto al crecimiento de las violencia de género, la precariedad tecnológica, entre otras.
“Los estudiantes regresan a una institución con una Coordinación para la Igualdad de Género, con la Defensoría de los Derechos Universitarios, con altos estándares no sólo de calidad académica, educativa, de difusión, apoyo psicológico, sino también humanos y de equidad. Como nunca, somos una institución lista para recibirlos en un ambiente dirigido a un aprendizaje significativo, con horizontes profesionales, de equidad, libertad y humanos amplísimos”.
Según la información de diversas agrupaciones y feministas, así como de la Organización de Naciones Unidas (ONU), desde el inicio de la pandemia por la COVID-19 ha habido un crecimiento considerable de violencia contra las mujeres y niñas dentro del hogar.
Antes de que el confinamiento iniciara, en 2019, 243 millones de mujeres y niñas –a nivel mundial- habían sido maltratadas por familiares o parejas, un problema que se agudizó durante los últimos dos años por la reducción de apoyo. Incluso, en algunas regiones las llamadas a las líneas de atención se han multiplicado por cinco.
Hablando específicamente de México, de acuerdo a las cifras de la ONU dadas a través del documento Violencia faminicida en México en 2020, de 1990 a 2019 se registraron 331 mil 246 muertes accidentales y violentas de mujeres, de las cuales 251 mil 550 fueron por accidente, 23 mil 125 por suicidio y 56 mil 571 por homicidio.
En definitiva erradicar la violencia debería ser una prioridad en todos los ámbitos, y la UNAM ha sido una pieza clave para plantear una estrategia muy cuidada para regresar a una normalidad diferente.
Mucho de lo sucedido durante este tiempo en términos de violencia se debe a que las mujeres, quienes normalmente administran el cuidado y bienestar del hogar, están sometidas a condiciones de reclusión, estrés y pérdida de empleo, a lo que se suma la frustración de sus parejas por la también pérdida de su capacidad de proveer.
“La frustración, pobreza y masculinidad se llevan muy mal, hay un desempeño del machismo en condiciones de precariedad muy complicado, mientras que las mujeres se especializan en administrar y mitigar los sinsabores de la vida, para eso se les educa, sobre todo en sectores desprotegidos”, señaló la especialista.
Actualmente el CIEG cuenta con distintos proyectos en puerta con el fin de buscar un cambio de cultura para erradicar a violencia hacia la mujeres y grupos marginales. Puedes consultarlos AQUÍ.
FUENTE: GACETA UNAM