Tamara Rosenbaum, la niña que quiso ser científica como su padre

Tamara Rosenbaum, es doctora en ciencias biomédicas y se dedica a la biofísica en el área de las neurociencias.
“Cuando era niña, mi padre me tomaba el pelo con retos. Un día en la playa, me dijo ‘¿Ves aquella gran piedra ovalada?… Es un huevo de ballena’. Yo permanecí varias horas cuidándola, hasta que mi padre me aclaró que las ballenas no ponen huevos porque son mamíferos. Le gustaba hacerme reflexionar y aprovechaba cualquier momento para explicarme fenómenos. Definitivamente que yo sea científica es culpa suya”.
Estudió biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM (1989-1992), desde entonces le llamaba la atención lo que ocurre dentro de las células. Más tarde, durante el doctorado que hizo con la doctora Marcia Hiriart, mantuvo el interés por estudiar diversos mecanismos de regulación en las células. En uno de sus trabajos, describió por primera vez uno de éstos. Como reconocimiento a este avance la Fundación Mexicana para la Salud le otorgó una mención especial y la Academia Mexicana de Ciencias le dio el Premio Weizmann.
En 2004 se incorporó como investigadora al Departamento de Biofísica del Instituto de Fisiología Celular.
Por su trabajo fundamental para entender los mecanismos moleculares que subyacen a la generación de dolor, inflamación e irritación en los seres vivos, Tamara Rosenbaum fue distinguida con el Premio de Investigación 2011, en el área de Ciencias Naturales, que otorga la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
El próximo 25 de abril la doctora Tamara Rosenbaum ofrecerá la Conferencia ‘Las bases de nuestras sensaciones’, y el Dr. William Henry Lee Alardín será el moderador, en el Auditorio del l Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas.
La Fundación UNAM en el marco de sus 25 años organiza una serie de eventos entre ellos conferencia de diversos personajes destacados que han contribuido a ser de la UNAM la mejor universidad de América Latina.
Fuente: DGCS de la UNAM y Diario Judío