Universitarios crean cohetes con tecnología mexicana

Jóvenes universitarios de Propulsión UNAM, división dependiente de la Asociación Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería, han desarrollado cohetes de alta potencia cada vez más ambiciosos.
Con el objetivo de expandir y desarrollar este tipo de artefactos, el equipo está integrado por 25 miembros pertenecientes a la Licenciatura en Ciencias de la Computación y de las Ingenierías Mecánica, Química y Mecatrónica de la UNAM.
Nacida en 2020, Propulsión UNAM tiene como objetivo crear cohetes utilizando materiales accesibles, según lo detalló Omar Córdova Carbajal, estudiante de Ingeniería Mecatrónica de la Facultad de Ingeniería, quien reunió a siete compañeros con el fin de crear cohetes con materiales “accesibles y a la mano”.
En la UNAM siempre ha habido voluntad de impulsar proyectos espaciales. Aquí el reto fue concretar esta iniciativa, desde el diseño hasta las pruebas”
En sus tres años de existencia, la escuadra universitaria pasó de desarrollar y manufacturar cohetes diseñando desde computadoras, antenas, bases de lanzamiento y protocolos de seguridad. Los jóvenes a día de hoy, han creado tres generaciones de vehículos lanzadores.
La primera generación, bautizada “Komodo” cuenta con una computadora encargada de registrar los datos y liberar un paracaídas. Con Komodo, los alumnos buscan triplicar el desarrollo de sus investigaciones cada año.
La segunda generación llamada “Insurgente” es el primer cohete en cuyo fuselaje se emplearon materiales construidos a base de uniones de aluminio. Asimismo, equipado con un motor que supera los 900 kilómetros por hora y con una gran capacidad de carga, el cohete “Insurgente” puede transportar otros experimentos.
Como resultado de su entusiasmo, compromiso y trabajo estudiantil conjunto, Propulsión UNAM construyó, en 2023, el primer cohete de motor híbrido. Xitle, el cohete, mide 4.5 metros de longitud, fue fabricado con fibra de carbono, coples de aluminio y fibra de vidrio y se impulsa gracias a combustible elaborado a partir de óxido nitroso y parafina.
Nada fue comprado, salvo ciertos componentes para la computadora que resultaban difíciles de fabricar. Todo está elaborado 100 por ciento por nosotros”, detalló Sharon Cuallo, estudiante de Ingeniería Mecatrónica.
El equipo obtuvo el segundo lugar en el Latin American Space Challenge, en Sao Paulo, Brasil y el primer lugar en el Encuentro Mexicano de Ingeniería en Cohetería Experimental, celebrado en Jalisco.
Además, Propulsión UNAM participó del 19 al 25 de junio pasado en la competencia más grande de cohetería experimental en el mundo: la Spaceport America Cup, celebrada en Estados Unidos destacando en la categoría de Mayor Dificultad Técnica, destacando entre 150 equipos participantes y llevandose el quinto lugar en Mejor Diseño.
Al día de hoy, los jóvenes universitarios buscarán diseñar y manufacturar un cohete que supere los 100 kilómetros de altura en donde se encuentra la línea de Kárman, la cual separa la atmósfera del espacio, Para lograrlo, buscarán a nuevos integrantes al equipo para transmitirles dichos conocimientos.
Fuente: Gaceta UNAM