Carlos Fuentes y sus proyectos durante la vida universitaria

Considerado la conciencia crítica de los mexicanos, Carlos Fuentes fue una de las grandes figuras egresadas de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó la carrera de Derecho.
Desde sus tiempos de juventud participó en proyectos que marcaron la vida universitaria como escritor de la Revista de la Universidad de México o como integrante del grupo de creadores que de Poesía en Voz Alta, movimiento renovador del teatro contemporáneo que fundó en Casa del Lago, otro destacado escritor, Juan José Arreola.
Obtuvo la licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, y posteriormente se doctoró en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Su vida estuvo marcada por constantes viajes y estancias en el extranjero, sin perder nunca la base y plataforma cultural mexicanas. En la década de los sesenta participó en diversas publicaciones literarias, fundó la Revista Mexicana de Literatura, foro abierto de expresión para los jóvenes creadores.
A los veintiséis años se dio a conocer como escritor con los cuentos Los días enmascarados (1954), que fue bien recibido por la crítica y el público. Su éxito se inició con dos novelas temáticamente complementarias que trazaban el crítico balance de cincuenta años de “revolución” mexicana: La región más transparente (1958), cuyo emplazamiento urbano supuso un cambio de orientación dentro de una novela que, como la mexicana de los cincuenta, era eminentemente realista y rural; y La muerte de Artemio Cruz (1962), prospección de la vida de un antiguo revolucionario y ahora poderoso prohombre en su agonía. Ambas obras manejan una panoplia de técnicas de corte experimental (simultaneísmo, fragmentación, monólogo interior) como vehículo para captar y reflejar una visión compleja del mundo.
La relación entre Carlos Fuentes y Silvia Lemus fue exprés que se temía que por lo rápidas durarían poco. En 1971 se conocieron, un año después se casaron en París y al otro ya había nacido su hijo Carlos; tres años después llegó su hija Natasha. Ambos fallecieron, el primogénito por hemofilia y ella por congestión visceral generalizada y paro cardiaco.
En 1996 la UNAM le otorgó el Doctorado Honoris Causa y en ocasión del homenaje nacional por sus 80 años, en noviembre del 2008.
En el 2007 Carlos Fuentes donó a la Biblioteca Nacional, máximo repositorio de la memoria de México bajo resguardo de la UNAM, su acervo personal, el Fondo Carlos Fuentes, que contienen las primeras ediciones de sus libros, sus traducciones a más de 20 idiomas, así como su colección de revistas.
Fuente: Cultura UNAM