Los besos, factor de riesgo de contagio

Como hemos visto en estos últimos meses la pandemia nos ha empujado a muchos cambios académicos, sociales, laborales, y aunque no lo parezca, también en la convivencia erótico-afectiva en las relaciones de pareja. Cambios que requieren que haya un replanteamiento de la vida sexual para no poner en riesgo la salud, menciona Nélida Padilla, sexóloga de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.
Pese a que el COVID-19 no es una enfermedad de transmisión sexual, es importante recordar que uno de los principales métodos de contagio es a través de la saliva, por lo que los besos realmente ponen en riesgo a las personas. Por lo cual, es importante que en este momento las personas adopten una responsabilidad sexual.
Sin embargo, no se trata de que las personas dejen de ejercer su vida sexual, o tengan un miedo excesivo al hacerlo, sólo es necesario que entiendan que hay formas de disminuir los contagios. Tales como mantener sólo una pareja sexual, cuidar las nuevas formas en las que se están relacionando o conociendo a nuevas personas, usar preservativo, lavarse las manos antes y después de la relación sexual.
“Es preciso señalar que para disfrutar de la sexualidad no siempre se requiere de alguien más. El confinamiento ha sido la oportunidad para muchos de experimentar con otros aspectos de su sexualidad, lo que nos hace pensar que dada la situación actual, estas semanas han representado la posibilidad de explorar con aquello que se desconocía o que se tenía en el tintero por conocer.”
Además, la académica también aclaró que es vital que se extienda la percepción acerca de la sexualidad y que el disfrute no sólo está en el coito o prácticas eróticas.
“También se puede gozar de una lectura que dé plenitud y bienestar, o de realizar alguna actividad artística o de compartir espacios con amigos y familiares por medio de las redes sociales o las tecnologías”.
FUENTE: GACETA UNAM