México condenado a la dependencia si no invierte en ciencia y tecnología: Graue

El conocimiento científico es estratégico para el desarrollo del país y para alcanzar la independencia tanto económica como política, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers.
Por lo anterior, dijo que no puede volver a presentarse un recorte como el registrado este año del 23 por ciento en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
“Hay que decirlo con toda claridad: esto no puede volver a suceder, México no puede darse ese lujo. El financiamiento público a la ciencia, la tecnología y la innovación debe tener una estrategia clara y definida de crecimiento, que permita planteamientos de investigación, desarrollo tecnológico e innovación a mediano y largo plazos”, sostuvo.
Durante la firma de un convenio de colaboración con el Instituto Nacional de Ciencias Matemáticas y sus Interacciones, de Francia, dirigido por Christoph Sorger, y con el titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Cabrero Mendoza, para poner en marcha la Unidad Mixta Internacional (UMI) “Laboratorio Solomon Lefschetz”, subrayó que este sector requiere de políticas públicas de larga duración para su consolidación.
Advirtió que las instituciones de educación superior públicas empezarán a levantar la voz para exigir que en el siguiente ejercicio presupuestal haya recursos suficientes que permitan el crecimiento de este sector y que se mantengan las becas para los estudiantes del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC).
Graue Wiechers indicó que si continúan las disminuciones presupuestales en ciencia básica, aplicada, de investigación, en ciencias sociales o en las artes, el país estará condenado a una dependencia de aquellas naciones que sí invierten en la generación de conocimientos y aplican los mismos para solucionar los problemas que las sociedades enfrentan.
La comunidad científica y académica, añadió Graue Wiechers, vio con inicial satisfacción que el plan de desarrollo para este rubro planteara un aumento anual del 0.1 por ciento del producto interno bruto (PIB), pues la meta era alcanzar, para fines del sexenio, al menos el 1 por ciento.
El año pasado, apenas con el 0.54 por ciento, este objetivo se veía aún lejano, pero con el recorte presupuestal del 23 por ciento al Conacyt en este 2017, generará consecuencias serias y un impacto negativo en las aspiraciones planteadas.
Sin el apoyo económico adecuado y permanente a lo largo de este sexenio, y los entrantes, no habrá posibilidad de que el sector de ciencia, tecnología e innovación se convierta en palanca real del desarrollo y contribuya sustantivamente al crecimiento económico y social de la nación, expuso.
Fuente: DGCS, UNAM