Los avances científicos son cruciales para el desarrollo de nuevas tecnologías neuronales

- La regulación tecnológica es fundamental para las próximas décadas.
Un artículo de la revista científica Nature, publicado recientemente, detalló que gracias a implantes cerebrales, dos mujeres estadounidenses, una diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica y otra quien sufrió un accidente cerebrovascular, lograron comunicarse nuevamente después de haber perdido la capacidad del habla.
En ese contexto, el Dr. Víctor Hugo de Lafuente Flores, investigador del Instituto de Neurobiología, campus Juriquilla, UNAM, comentó que este descubrimiento es muy importante, puesto que abre la posibilidad de monitorear el cerebro para registrar su actividad y apoyar a los pacientes con problemas neurológicos o lesiones con impacto en el cerebro.
“Se podría acceder a las funciones cognitivas superiores del cerebro como atención, concentración, percepción y reconocimiento, orientación y memoria”.
El Dr. Lafuente Flores, comentó que esta posibilidad se ha planteado como una teoría, ya que los científicos aún no conocen a fondo el funcionamiento del código neuronal, es decir, el lenguaje que usan las neuronas para comunicarse entre sí.
“ Ya se pueden descifrar algunas señales neuronales asociadas al habla y al movimiento. Sin embargo, la pregunta que debemos formularnos en un futuro inmediato es qué pasará cuando podamos descifrar señales neuronales asociadas a nuestros sentimientos, emociones, deseos…”.
El académico expresó que la posibilidad de que exista una interfaz cerebro – computadora es posible, ya que ello abre la puerta a un sinfín de avances científicos y tecnológicos, pero también formula preguntas éticas y legales en torno a ello, mismas que deben abordarse a la brevedad.
“La posibilidad de registrar y modificar información del cerebro resulta muy útil en el terreno de la medicina, pero también implica cuestiones éticas cruciales”.
El Dr. Lafuente Flores señaló el gran avance científico y tecnológico en nuestra época, puntualizando en que es importante establecer políticas internacionales que permitan afrontar con éxito las problemáticas que llegasen a surgir en torno a estos temas.
En ese contexto, el investigador cree que pasarán 20 o 30 años para que los implantes cerebrales sean utilizados en tratamientos médicos establecidos, ya que aún se encuentran en su fase inicial de pruebas en pacientes, por lo que este proceso llevará tiempo de investigación.
“La capacidad de registrar directamente la actividad de las neuronas cambiará la forma en que nos relacionamos con las computadoras y, sobre todo, con la inteligencia artificial”.
Lafuente Flores, sostuvo que estos implantes podrían mejorar la calidad de vida de muchas personas con enfermedades neurológicas, estimulando regiones del cerebro y optimizando el pensamiento reflexivo y la toma de decisiones.
Por su parte, Lilia Mestas Hernández, neuropsicóloga de la Facultad de Estudios Superiores, Zaragoza, UNAM, expresó que, desde la perspectiva del aprovechamiento de esta tecnología, podría ser factible tratar a personas con historiales de violencia, con la intención de poder ajustar su comportamiento.
“Pero, ¿quién determinaría qué conductas son socialmente más adaptativas o moralmente más aceptables que otras? Es necesario incluir en la discusión sobre el tema no sólo los beneficios de los implantes cerebrales en la calidad de vida de quienes tienen un problema neurológico, sino también estas cuestiones éticas e incluso jurídicas, de derechos humanos”.
La Dra. Mestas Hernández hizo un llamado a plantearse también las cuestiones éticas, jurídicas e incluso filosóficas que implican los implantes cerebrales, considerando que el regular su uso es tarea imprescindible.
Si quieres leer el artículo de la revista Nature, puedes consultar los siguientes enlaces:
- https://www.nature.com/articles/d41586-023-02682-7
- https://www.nature.com/articles/s41586-023-06443-4
Fuente: Gaceta UNAM